sábado, 18 de febrero de 2012

Morocco VII: Nomadas

Son varios los días que llevamos deambulando de Norte a Sur por Marruecos. Son muchas las casas, personas, pueblos y olas que hemos ido dejando atrás. Los kilómetros por las precarias carreteras marroquíes y los confusos caminos de tierra, nos hacen perder la noción del tiempo. Kilómetros bajo un tímido pero insistente Sol de Diciembre. Kilómetros que intentamos amenizar recordando los últimos baños, anécdotas o música improvisada. Kilómetros que alimentamos imaginando el próximo destino al que nos dirigimos.

Buscar alguien que nos facilite alojamiento, cargar y descargar tablas y mochilas o encontrar algún puesto que donde sirvan un plato de comida caliente es parte de nuestro día a día. Salir del agua en el medio de la nada, apurar los últimos minutos de luz y darte cuenta de que no tienes dónde pasar la noche es un tanto desconcertante pero a su vez, le da ese punto de aventura al viaje. El no depender de un sitio al que volver cada día, te da una increíble sensación de libertad. Te permite adaptarte a los caprichos del mar y apuntar allí donde se esperen las mejores condiciones para cada marejada.

Para mí un surftrip es mucho más que asegurarse alojamiento enfrente del pico y surfear las mismas olas una y otra vez sin importar lo que exista alrededor:

Es explorar y perderme en el intento. Es empaparme de diferentes culturas. Es ayudar y ser ayudado sin esperar nada a cambio. Es dejarme ser timado cuando compro comida con cara de forastero. Es tener la oportunidad de compartir costumbres locales. Es intentar manejarme con palabras que no sabría escribir. Es conocer las historias de la gente en su camino. Es el poder dibujar en mi cabeza todo un mundo cuando oigo hablar de aquellos sitios que he visitado; que he vivido.

Sabemos dónde nos levantaremos mañana pero no dónde nos acostaremos hoy. Y lo mejor de todo es, que no nos importa.

We have been wandering from north to south of Morocco during the last days. We left back lot of houses, people, villages and waves. Kilometers across precarious roads and confused sand tracks under the shy but constant December Sun make us lost all sense. Kilometers that we try to make more enjoyable remembering our last surf sessions, stories or with our phone’s improvised concerts. Kilometers that we feed imaging our next destination at the end of the road.

Look for accommodation, load surfboards, wetsuits, backpacks and so on or find a place with warm food is the day a day in our life. Ending a surf session at sunset in the middle of nowhere and realized that you don’t have a place to stay could be pretty annoying but it’s part of the adventure anyways. It’s awesome the freedom that you fell when you don’t have to go back anywhere and having all your stuff in the car allows you to change your way depending only on wave conditions.

A surftrip is much more than guaranteed accommodation close to a pointbreack and surf the same waves everyday ignoring what is surrounding us:

It’s explore and get lost on my way. It’s the pleasure of meeting different cultures. It’s to help and let be helped without expecting anything. It’s to let be cheated when I buy food with my outsider face. It’s share the local’s habits. It’s try to use strange words from exotic languages. It’s meet traveler’s stories. It’s draw a whole world in my head when I heard about places where I’ve been surfing.

We know where are we’ll wake up tomorrow but we don’t have any clue about the place where we’ll sleep. And the best of all is that, we don’t care.


P1040923
P1040803
z

P1040870
P1050052
P1040841
takeoff borja
x
P1050023
P1050013
P1050066
P1050059
giro borja 3
P1050060

lunes, 23 de enero de 2012

Morocco VI: Sesiones sureñas - Southern sessions

Tengo la nariz helada; el salón de té en el que hemos dormido está rodeado de ventanales por donde se cuela el frío nocturno del clima desértico. Abro los ojos y me incorporo en un mullido y largo sofá que forma un cuadrado alrededor de una mesa. Allí hemos dormido los cuatro compartiendo mantas y patadas. Limpio el rocío del cristal y puedo comprobar que efectivamente le mar ha subido aquí en la zona de “Sidi Rbat”.

Acabamos con las existencias de fruta y con algunos dátiles en el bolsillo abandonamos la carretera parar recorrer los acantilados donde nos habían sugerido el día anterior buscar una ola. De camino nos cruzamos con un local que tenía problemas con su moto. Decidimos parar y ayudarle y el a cambio nos ofreció llevarnos a una ola que, de no haber sido así dudo que hubiésemos llegado tan lejos.

Nos encontrábamos delante de un pico de roca con una derecha bastante hueca y una izquierda menos potente pero jueguetona. No conocemos la ola y apenas tiene profundidad así que no apuramos demasiado en las primeras que cogemos. Estamos solos, no hay prisa.

Miguel y Sergio empiezan a aguantar la derecha un poco más aprovechando la ventaja que les aportan sus bodyboards. Yo he empezado a buscar alguna izquierda remándolas a contrapico. El primer problema técnico del viaje llego en forma de cámara de agua ya que por un problema en la carcasa, perdimos la cámara de Miguel para el resto del viaje.

A pesar de estar a gusto en el agua, decidimos salir para continuar con nuestra idea de bajar más al sur y darnos otro baño allí antes de que anochezca (6:00pm). Sergio se despide con un tubazo de dos secciones delante de mí mientras oigo los gritos de Kevin y Miguel celebrándolo ya desde la orilla. Revisamos los mapas y retomamos carretera.

Cuarenta minutos después hemos decidido parar en un pueblo a mitad de camino para comer algo. Probamos nuestra primera cocacola marroquí; sabe distinta aunque quizás sea sólo nuestra imaginación. Sorprende lo difícil que puede ser encontrar cobertura o cruzarte con una televisión en estos pueblos pero lo fácil que es beberte un refresco del gigante rojo.

Sumado a la desgracia de la pérdida de la GoPro de Miguel en el primer baño, se une mi cámara. Por alguna extraña razón ha dejado de enfocar; un problema que en teoría había sido arreglado semanas atrás ponía ahora en peligro el resto de imágenes del viaje. La guardo en su funda y decido echarle un vistazo a la noche con más calma.

Volvemos al coche y bajamos las ventanillas; el Sol del mediodía calienta sin piedad. Ya estamos abandonando el pueblo pero es entonces cuando echamos cuentas: “Quedan apenas 3h de luz y no sabemos a ciencia cierta cuánto nos puede costar llegar a las olas que hemos marcado en el mapa”. Podemos optar por seguir adelante y pasar noche por allí pero hemos dejado cosas atrás en el otro alojamiento y no nos gusta la idea de abandonarlo sin previo aviso. Optamos por mirar la playa del pueblo donde habíamos comido antes de tomar una decisión mayor y no pudimos haber elegido mejor: dos triángulos pequeños pero perfectos nos regalaron un baño sorpresa increíble con olas de 1metro glassy que apuramos al máximo mientras el rojo Sol africano se despedía por hoy.

My nose is frozen; the tea room where we have slept is surrounded by large windows and the night cold comes in through them. I open my eyes and sit up in a nice, soft sofa-shaped square around a little table. There’s where the four of us slept sharing blankets and annoying kicks. I clean the window of dew and check the sea to prove that there’s a swell incoming in fact here in the “Sidi Rbat” area.

Once we ended up with fruit stocks we keep some date gapes in our pockets and left the road to drive through the cliffs where people suggested us to look for waves yesterday. On our way, a local guy with a broken motorbike cut in front of us. We decided to stop and try to help him and after that, he offers to show us a wave in exchange. In fact, I think that we never reach so far without his help.

We were in front of a little reeling rights along a rock point which was quite hollow and there was also a funny left pumping. We don’t know the wave and there wasn’t too much water on it so we tried not to finish the first waves off too late. There were no one more than us in the water so we weren’t in a hurry for it.

Miguel and Sergio take advantage of their bodyboards to withdraw in the wave more looking for barrels. I have start looking for lefts paddling them against the peack. The first technical problem of the trip came to us in water camera-shape because due to a casing’s problem we lost Miguel’s camera for the rest of the trip.

In spite of being having fun in that session, we decided to left to sep going with our plan to drive heading the south looking for a second session in a different spot before sunset (6:00pm). Sergio said bye to the session with a long sick barrel in front of me while I was hearing Kevin and Miguel whistling and shouting from the shore. We checked the maps and went back to the road.

Forty minutes later we decided to stop in a small village for a snack. We tried our first Moroccan coke; it taste quite different. It’s pretty annoying how difficult could be to found coverage or a simple TV but, in the other hand, how easy is to drink one of those cola drinks.

Adding to the missery of Miguel’s GoPro lost, my camera sufferd a problem focusing so I just left it in the car and try to fix it tonight more easily for not to lost all the next day’s pictures.

Back in the car, we down the windows becase the midday Sun is heating mercilessly. We are already leaving the village but then we stopped reckoning. “There almost 3h of day light and we don’t even know for how long we have to drive till next wave spotted in the map”. We can keep going forward and spend the night in a different accommodation but we refuse that option because we already have some stuff in our current accommodation and it seems pretty risky to left them there without warning the owner of the place. We decided to give a breack to the local beach that we saw from the restaurant and that was our best accuracy: two little but perfect triangles gave us a surprising funny session with 6 feet glassy waves that we drained till the red African Sun part till tomorrow.



P1040998

P1040993

P1050003

moto1

andando2

izquierda

saludo

tubo

P1050010

P1050009

lunes, 16 de enero de 2012

Morocco V: Imaginación - Imagination

PC292979

Este cuadro descansaba sobre nuestras cabezas en una de las casas marroquís en las que dormimos. Fue el culpable de muchas risas y paranoias nocturnas discutiendo sobre lo que cada uno veía o dejaba de ver mientras que a su vez comentábamos las sesiones de surf del día. Mujeres besándose, arlequines, máscaras africanas, patas de jamón, quillas, lápices torcidos, dioses enfurecidos en llamas o incluso dictadores.

¿Y vosotros? ¿Qué veis?

This is the picture that rest over our heads in one of those Moroccan houses where we slept during our trip. Was the guilty of lot of laughs and paranoids arguing about what each other see draw on it while we were chilling and chatting about the day surf sessions. Ladies kissing, harlequins, African masks, pig legs, fins, crooked pencils, burning enraged gods or even dictators.

What about you? What do you see on it?


domingo, 8 de enero de 2012

Morocco IV: From North to South - De Norte a Sur

Once we arrived to Essaouira after driving 3 hours in the darkness, a group of young boys came offering accommodation. We reach to a marroquian house following two of them on a motorbike. They talk with the house’s owner and offer us a night there for 20€ (200DH). We ask them for a place to have dinner. There’s no more foreign people out there. Just four of us. Odd people came trying to make business.

The chant for pray wake me up. It commands. It’s one hour earlier that we planned but here is one hour less than back home but not yet in Kevin’s alarm. We have decided to look for a hidden wave that a friend told us. We know that is hard to reach there but we are gonna try. Before arrive there, our car was buried into the sand. We walk till the wave to check ir. It’s a long righthand wave but today it’s too small. Once we took out the car, we continued driving along center Morocco. Agadir, Taghazout… all is crowded of surfers from everywhere and loads of surfschool’s vans arrive to the beach full of foreign people suited up with lycras assaulting the beach like in Normandy landings. We escape and continue our way to the south desert.

The landscape is completely different from North Morocco down here. The green fields have turn into arid desert, red rocks and palms. It’s already four o’clock in the afternoon and we have arrive to a little village called “Masa” looking for “Sidi R’bat” wave. We hadn’t eat anything in the whole day because we were too busy driving and looking for waves. Finally we found a beachbreack. It’s small but still, we feel fortunate to manage to surf some funny waves moreover after checking all the spots along the cost and realize a flat day. From the water we can see camels running along the beach.

Some local surfers talked us about a rocky wave 1km far away. We share info about waves and one of theme suggests looking for accommodation for tonight in an amazing resort up to the beach. It’s pretty expensive but I haggled a salon for us for only 400DH (37€) and a tasty dinner. Then we just chill in our terrace before going to sleep. It has been a long and hard day on the road. Let’s see what offer the desert tomorrow.

Good night.

Llegamos a Essaouira después de 3h de viaje por la noche. Según entrábamos al pueblo se nos acercaron chavales ofreciendo alojamiento. Acabamos siguiendo a dos en moto por el pueblo hasta llegar a la casa. Hablan con el dueño y nos ofrecen pasar la noche por 20€ (200DH). Les pedimos que nos lleven a algún sitio para cenar. Somos los únicos extranjeros merodeando por ahí. Se nos acercan curiosos buscando negocio.

Me despierta el cantar que hace de llamada al rezo. Impone bastante. Nos hemos levantado una hora antes de lo previsto porque aquí es una hora menos pero aún no en el móvil de Kevin. Decidimos ir a buscar una ola de muy buena calidad que nos habían indicado, advirtiéndonos de su difícil acceso. Antes de llegar a la punta donde rompe,encallamos el Dacia Logan en la arena. Continuamos andando hasta el final de la punta pero desgraciadamente la ola aunque tiene buena forma no rompe con suficiente tamaño. A cavar y buscar piedras para sacar el coche y seguir hacia el sur.

Cruzamos todo Marruecos central, pasamos Agadi y Tagazhout donde empezamos a ver signos de turismo: furgonetas de surfcamps llenas de monitores de surf y alemanes e ingleses uniformados con licras de colores asaltando la playa al más puro estilo desembarco de Normandía. Huimos rápido de allí en dirección al desierto del sur.

Es increíble cómo ha cambiado el paisaje del verde del norte en Casablanca a un desierto árido, rocas rojas y palmeras. Son las cuatro de la tarde, acabamos de llegar al pueblo de Masa en el sur buscando una ola llamada “Sidi R’bat”. No hemos comido nada y estamos exhaustos del viaje. Llevamos todo el día en el coche. La ola esta pequeña pero teniendo en cuenta que hoy era el día de menos swell del viaje y que el centro y norte de Marruecos estaba plato, decidimos darnos un baño mientras que desde el agua vemos camellos paseando por las dunas.

Unos surfistas locales nos hablan de una ola de roca en la que han surfeado hoy a 1km andando por la costa. Nos hablan de sus olas, les hablamos de las nuestras. Hablan buen inglés y eso se agradece. Preguntamos por alojamiento y nos guían hasta una ciudadela roja a pie de playa. Es un resort bastante caro pero conseguí negociar con el jefe un salón marroquí para nosotros por 400DH (37€). Nos ofreció cenar en una tienda de campaña que hace de restaurante. Plato típico (Tajin) de pollo con verduras. Después simplemente nos sentamos a relajarnos en nuestra terraza. Ha sido un largo y duro día en la carretera. Veremos que nos depara mañana el desierto.

Buenas noches.


GOPR0169
P1040879

P1040896

P1040898

P1040924

P1040946

P1040948

P1040950

PC292973

PC292978

P1040969

P1040981

P1040974

domingo, 1 de enero de 2012

Morocco III: Buried - Enterrados

Looking for a hidden wave we found some little problems…To be continue
Buscando una ola escondida encontramos algún pequeño problema… Continuara

P1040882


viernes, 30 de diciembre de 2011

Morocco II: Salam alaykum

Ya estamos esperando a embarcar en el vuelo EZY7881 destino Casablana. Nos hemos levantado a las cinco de la mañana para cargar un taxi con las tablas porque era la única opción posible.

Sobrevolando Marruecos me sorprende el paisaje, es mucho más verde de lo que esperábamos. Una vez ya en tierra, cambiamos unos cuantos euros por dírhams (1€ = 10,6 D) y recogemos las tablas. Alquilando el coche tenemos las primeras sensaciones de te la quieren jugar; la cara del trabajador no inspira confianza. Nos lleva a un Dacia Logan viejo y sucio. El hombre llama a unos chavales que se ponen a limpiar el coche con trapos y agua mientras cargamos el equipaje. Montamos, repostamos y tomamos dirección El Jadida. El tráfico es bastante loco pero después de la locura de Bali ya no me sorprende nada.

Miramos varios picos; desconocemos su nombre pero tienen potencial. Nadie en el agua. Ningún otro extranjero en la calle aparte de nuestro Dacia destartalado; todas las miradas encima. Miguel va al volante y yo voy guiando mapa en mano, buscando las posibles rompientes que más se adecúan a las condiciones de hoy.

Seguimos dirección “Sidi bouzid” ya que parece que esa parte recibe mejor el pequeño swell del norte está entrando. El camino esta flanqueado por infinidad de tiendas: fruta, carne, vasijas y todo tipo de comidas que desconocemos. Ya han pasado nueve horas desde la última vez que echamos algo al cuerpo así que decidimos parar. En un puesto nos ofrecen un plato de carne con verduras y especias acompañado por té por el módico precio de 200D (18€). Su sabor es intenso y las especias despiertan nuestros paladares. Compramos algo de fruta y agua a la señora de al lado y mientras los gatos acababan con lo que habíamos dejado caer al suelo, un local nos habla de una playa dirección sur que hoy rompería bien; “Tomato beach”. Intercambiamos números por si decidiésemos pasar noche en ese pueblo y retomamos la ruta. Comprobamos picos bajando a acantilados: algunos tienen buena pinta pero la bajada es impracticable y otros de mejor acceso no rompen con tamaño suficientemente. El Dacia se retuerce entre los caminos de piedra por el que le forzamos a bajar; el pinchar se pasa por todas nuestra cabezas.

Finalmente vemos desde el alto en el que estamos un pico con muy buena pinta y parece que cerca hay una playa. Puede que sea la que nos recomendó el local, no lo sabemos, aquí no hay señales. Encontramos el camino abajo sorteando cabras y vacas. Efectivamente está rompiendo. Recuerda a Hossegor y para sorpresa de todos hay dos en el agua. Con el coche aparcado en el mismísimo pico nos metemos al agua.

La derecha es larga y maniobrable y la izquierda es más rápida y hueca. Caen algunos tubos. El sol del atardecer sofoca nuestras caras, el agua está a buena temperatura y con el 3.2mm voy sobrado. Miguel hace las primeras pruebas con la cámara desde su kortxo. Los dos surfistas que estaban son franceses que también habían caído ahí por casualidad. Estamos solos. La vista no alcanza a ver el final del a costa por ningún lado. Un sol naranja escondiéndose en el desierto y una antigua red de pescadores fijada al final de la izquierda son nuestros únicos acompañantes. Cae la noche, recogemos y decidimos tomar rumbo al sur hacia “Essaouira” y allí buscar alojamiento. Marruecos nos regala uno de los cielos más estrellados que hemos visto. Paramos a contemplarlo, la oscuridad del desierto te da una visibilidad que se escapa de la contaminación lumínica de las ciudades. Quedan 300km por delante, seguimos el camino.

Already waiting for boarding in the flight EZY7881 straight to Casablanca. We have woke up at five o’clock in the morning to pack the surfboards into a cab because was our only chance to arrive on time.

I’m quite surprised overflying Morocco and seeing how green the north is. Once we arrive, we went to a change office for some Dirhams (1€ = 10,6 D) and then took our surfboards. We walked through the airport till the rent car office where we had our first experience with local people; we didn’t trust too much to that man. Then he took us to an old and dirty Dacialogan. Some children came to clean it while we put aware the surfboards on the car’s roof. We drove to “El Jadida”, the traffic is quite crazy here in Morocco but not even worst than Bali’s chaos.

We checked some pointbreacks that we didn’t know the name but seems quite class. There’s no one in the water. Moreover, there’s no foreign outside, all sights are pointing us. Miguel is driving under my instructions with a map, looking for spots that could break today.

We continue ahead to “Sidi bouzid” because seems that could be pumping with this little North swell. The road is surrounded by plenty of little shops: meat, ceramics, fruit and other kind of food. Nine hours ago since our last meal so we decided to do a “pit stop”. We had a bunch of meet with vegetables and species for 200D (18€) that was really tasty actually. Bought some fruit and water from a woman. A local man suggest us to look for a beach called “Tomatoe beach”, we share phone numbers just in case we decide to sleep in that village and got back to the road.

After checking some pointbreacks close to the clifts and make our Dacia suffer through rocky ways avoiding cows, goats and so on, we saw a pretty nice wave breacking downhill so we look for a way to go there. Maybe it was the beach that the local suggest us but we don’t know because there is no signals around. It was two sides breack peack with a funny and maneuverable right and a suck left that gave us some tubes. Nothing more than dessert, and old fishermen net and an intense sunset around us.

It was already night when we left the place and decided to drive straight to Essaouira and look for accommodation there. Morocco’s dessert darkness gave us a gnarl sky with plenty of stars. A little stop to enjoy the vies and back to the road. We have 300km waiting for us, let’s continue our way.



1
2 Rezar
3 Dirham
11
5 puesto
4
6
7
8 parrilla
13 Sergio
12
9
10
10 campos
19
18
23
20
24