Me siento en el coche, son las 7:25am, hace frío, diluvia y yo abrigado hasta las trancas. Atrás está la tabla de "por si acaso" pero ahora no es al agua donde voy, es a clase. Inevitablemente me viene a la cabeza el recuerdo de esos días grises de invierno en los que hay que hacer un sobre esfuerzo para salir de la cama. Esos días de lluvia y frío...las llamadas despistadas rebotando entre los móviles "Cómo esta aquello...cómo ves lo otro....Buf! que va yo igual pruebo allá...A mí me han dicho que ayer, en no se dónde hubo buen baño...".
Esos días en los que o no para de llover o caen chaparrones intermitentes y siempre te caza alguno a la hora de cambiarte, te metes con neopreno en el coche para cambiarte poniéndolo todo perdido.... Esos días en los que te dice en casa "estas tarao...que necesidad....pero has visto el frío que hace". Esos días que desgraciadamente se nos están echando encima sin darnos cuenta y con pocos regalos en el agua este Otoño.
Luego esta la otra cara de la moneda de estos días invernales infernales...los baños a primera hora antes de clase, te asomas a la barandilla de siempre, sólo o con un amigo pero sin las tropetientasmil boyas flotando por el pico a las que nos tienen acostumbrados. Abrigo, capucha y vaho...te subes el traje, un par de escarpines y unas olas con los primeros rayos de sol...sales, corres porque como de costumbre vas tarde y el frió te pega en la cara. Llegas a clase y ves a todos con una cara de zombies, la nariz roja del frío y el ceño fruncido...pero tu sonries, son las 9:30 de la mañana pero tu ya has cumplido y...ZAAAAAAAAAASSS!!! un camión me lanza una ola que ha generado al pasar por un charco y me cubre el parabrisas dejándome sin visibilidad durante unos segundos (susto)....despierta....son las 7:45 am y nose si te acuerdas de que estabas yendo a clase, las previsiones marcan 5m, lluvia y viento Onshore...así que deja de imaginar, espabila y a la carretera.
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