Pues la cosa se empezó a complicar desde el minuto 1 cuando al llegar a el mostrador del primer vuelo me dicen que no me pueden asegurar que las tablas pueden entrar en mi avión porque era muy pequeño (12filas) y podría ser que la bodega se llenase. En ese caso me las enviarían en el siguiente vuelo pero claro, no me llegarían a tiempo para el segundo vuelo hacia Alemania. Comienzan las negociaciones y al final les consigo convencer de que las suban en mi avión pero, justo cuando las iba a facturar me dan la siguiente noticia: no admiten equipaje superior a 1,80cm y mi funda es una 6,7" (2m) así que se volvieron a abrir las negociaciones y después de 15min de debate y de dejarle la oreja frita a la señorita, subí al avión.
Aterrizo y corriendo al siguiente mostrador y al siguiente debate: mis tablas pesan 25,5kg y sólo puedo llevar 20kg pero no pasa nada, la señorita me da una fácil y simple solución: pagar 20€ por cada kg que me pase, es decir, 110€. Otra vez se abren las negociaciones y otra vez salgo airoso comiéndole la cabeza también a esta chica del mostrador. Menudo máster en psicología me saqué en este día.
Vuelo de 5h sin imprevistos, llegada a Bremen a las 22:30, recupero las tablas y discutir con el que recogía las maletas porque le pillé colocando mis tablas boca abajo y cargando todos los maletones encima "Do you understand the word "FRAGILE"??????". Salir corriendo del aeropuerto, coger el taxi de un rumano que sólo sabía alemán...."Train in 15min...Run Run"...llego al tren bajo las miradas de toda la estación clavadas en mí (tablas de surf en Alemania !!?¿!?) y una hora y pico después camino demacrado por un solitario Osnabruck a las 12 de la noche deseando poder soltar las tablas de una vez.
Han sido 12días de surf, naturaleza, buceo, comer, risas, conocer, familias, prisas, sudores, agujetas, aeropuertos, estaciones, barcos, salitre, piedras y arena. Gracias a los que me acogieron y hasta la próxima.
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