Era nuestro primer día en Portugal y estábamos ansiosos por empezar, el despertador sonó pronto, sobre todo porque se nos olvidó cambiar la hora (-1h. como en canarias) así que a las 5am ya estábamos en danza. Tras recoger las tiendas nos acercamos a "Supertubos" pero no vimos factible el baño así que hicimos una vistilla al pueblo pesquero de Peniche y nos dirigimos a Ericeira.
Una vez allí comenzó nuestra búsqueda entre los acantilados y calas de la zona hasta dar con una bonita rompiente que más adelante descubriímos que se trataba de "Coxos" (una derecha consistente que rompe sobre una lastra recordando a "Lafitenia"). No estaba perfecto pero nos valía como primera toma de contacto así que entramos al agua todos menos Aitor que estaba recuperándose de un resfriado a base de "chutes" de Lizipaina.
Salimo del agua, metimos algo de comida en el cuerpo sin tan siquiera quitarnos el neopreno y nos volvimos a meter ya que, al bajar la marea la cosa estaba cogiendo una pinta espectacular y solo estábamos 3 en el agua pero, esta vez, sólo Iñigo y yo disfrutaríamos del baño ya que el kortxero del grupo tuvo un accidentado encontronazo con el fondo rocoso, lesionandose la rodilla lo que le mantendría fuera del agua un par de días. Como anécdota del baño, conocímos a un shaper de la marca de tablas de surf portuguesa "Semente" que, curiosamente trabajó con Gony Zubizarreta. Tras charlar un poco, nos advirtió sobre la tormenta que se avecinaba y nos aconsejó buscar spots refugiados del golpe de mar
Al caer la noche, nos adentramos en los acantilados colindantes a la costa en busca de un claro donde dormir, allí fuimos recibidos por la fauna local (conejos,aves, luciérnagas...y un perro que dará que hablar). Aquel lugar se convertiría en nuestro camping particular durante los proximos días.
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